Solemos caer en el error de pensar que las Flores de Pascua son difíciles de cuidar y que duran poco tiempo, pero lo cierto es que estas flores duran mucho más de lo que pensamos, pueden llegar a durar hasta años siempre y cuando las cuidemos bien. Por eso los expertos de Stars for Europe (SfE) te dan algunos consejos en este post para que puedas cuidarlas correctamente y que duren el máximo tiempo posible.
Saber comprar
En primer lugar, debemos escoger bien la planta que compramos, es tan importante como saber mantenerla y cuidarla ya que depende de las condiciones en que la compremos puede ser más fácil o difícil cuidarla. En las tiendas, puedes ver una planta sana a primera vista por sus brácteas brillantes, coloridas y densas, frondosidad verde y sin daños visibles. Las diminutas flores de color amarillo verdoso entre las brácteas de colores son un indicador importante de frescura; aún deben estar brotando cuando compre la planta. También recomendamos observar más de cerca donde se ha colocado la planta y su suelo.
Las Flores de Pascua son sensibles a las corrientes de aire y temperaturas, por eso es recomendable mantenerse alejado también de las plantas colocadas en un área con corrientes de aire. Por último, el suelo no debe estar ni mojado ni seco como el polvo. Una vez que hayas encontrado la planta perfecta, envuélvela bien para el viaje a casa y llévala al interior rápidamente para protegerla del frío y de las corrientes de aire.
Temperatura y riego
También es muy importante en las Flores de Pascua la temperatura a la que se exponen y la frecuencia de riego. Les gusta un lugar cálido y luminoso, lo ideal es un lugar cerca de la ventana y una temperatura ambiente entre los 15 y 22°C. Es esencial que al ventilar la casa te asegures de que la planta no esté expuesta a corrientes de aire. A las Flores de Pascua no les gusta la sequedad o “los pies mojados” y son particularmente sensibles a la inundación.
Lo mejor para la Flor de Pascua es un riego moderado con agua tibia tan pronto como se seque la tierra. Una alternativa al riego regular es sumergir la planta en agua, aproximadamente una vez a la semana, dependiendo del tamaño de la planta, la temperatura ambiente y donde esté ubicada. En cualquier caso, recuerda drenar el exceso de agua después de unos 15 minutos.
Tip: las mini Flores de Pascua y plantas colocadas cerca de una fuente da calor, como los radiadores, se secarán más rápido por lo que necesitarán un riego más frecuente. La fertilización no es necesaria durante el periodo de florecimiento. Luego, simplemente agrega una solución estándar de alimento vegetal al agua una vez al mes.
Ubicación
Las Flores de Pascua son flores perennes. En la naturaleza crecen hasta convertirse en impresionantes arbustos de hasta cuatro metros de altura. Después del final del período de floración, cuando pierden sus coloridas brácteas, se convierten en plantas de exuberante follaje. Para que una Flor de Pascua vuelva a desarrollar hojas de colores a tiempo para la temporada festiva, primero debe mantenerse en completa oscuridad, entre 12 o 13 horas al día durante al menos ocho semanas. Incluso el mínimo rayo de luz en el periodo de apagón diario impedirá que vuelva a florecer. ¡Con todo este esfuerzo, es mucho más fácil comprar una planta nueva antes de la temporada festiva!
Cosas que no debes hacer
La Flor de Pascua se ha convertido en un elemento esencial en estos días festivos de navidad. A veces pensamos que las cuidamos bien y que simplemente no duran mucho por su naturaleza, pero ya hemos visto que no es así, solo debemos tener claras algunas cosas que NO hay que poner en práctica cuando cuidamos nuestra Flor de Pascua y son las siguientes:
1) Evita poner la Flor de Pascua junto a una chimenea: elige un lugar luminoso en el interior de casa.
2) No las riegues en exceso, riégalas sólo cuando la superficie del compost esté casi seca.
3) Mantenla alejada de las fuentes directas de calor y de las corrientes de aire.
4) Pequeño tip: llena un pulverizador manual con agua tibia del grifo y rocía regularmente sólo las hojas.